domingo, 5 de xullo de 2015

Faísca.

Os tengo muy abandonados, y se que me echáis de menos. O no, pero eso en definitiva no es algo que pueda controlar. No es la primera vez que me pasa, pero esta vez se me acumulan cosas. Una de ellas la redactaré con calma, pues la prometí como entrada aparte (el Caso Arbitraje), pero del resto voy a hacer un popurrí de resumen para que no se me quede nada atrás. Empezamos.

En Mayo, justo tras los exámenes universitarios, se disputaron las jornadas 5, 6, 7 y 7+1 de la III Liga de Vigo. Mi equipo iba mermado por la ausencia de Dani, que acababa de pasar una operación. Para más INRI, tras la comida, una pizza mal asentada me hizo imposible continuar jugando, y más adelante, la cadera de Kaín hizo lo mismo con él. Jornada desastrosa en lo deportivo, en la que Templarios Negros se condenó a un 7º puesto muy por debajo de nuestras aspiraciones y con un amargo sabor a despedida. El torneo se lo llevaron de modo indiscutible Valar Morghulis, completando Trenckos y Brenckos el podio.


En lo concerniente a los diplomas individuales, esta Liga contó con un novedoso sistema de votación jornada a jornada, de cuyo funcionamiento me siento particularmente orgulloso. Templarios nos llevamos cuatro primeros puestos (Qwicker, Q-Tip, Matrix (jugada más espectacular) y S'ha matao Paco (en reconocimiento al pinchazo de Dani)), cuatro segundos (Interior, Bastón, S'ha matao Paco y Mr. Jugger), y un tercero (Saltarín (al salto más espectacular)).




Tras el final de Liga, tocaba algo largamente anunciado. Tras reunir a los jugadores, anuncié mi salida de Templarios Negros, seguida poco después de la de Ramiro y Dani. Ante la situación, los jugadores restantes decidieron de mutuo acuerdo disolver el equipo, dando fin a una etapa que duró año y medio. Tras mi marcha de Templarios, pasé a ser freelance a la espera de la fundación del equipo unificado vigués, y disputando los torneos que me sea posible con Vigo Ruins.

Y, ahora, unas foticos.

Unos enormes Brenckos jugaron media Liga pudiendo hacer sólo tres faltas.
Y lo consiguieron.

Entrega de premios, con gaitas y banderas, tó bonico.

Pa' una vez que gano algo...

El final de una era.

Y la foto de familia.

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Tras estas emotivas fotos, toca hablar, muy por encima, del Torneo Rexional Michiño, disputado el día 21 de Junio en el Campo de Fonseca, Santiago de Compostela. Digo muy por encima, y digo bien, porque si no voy a profundizar nada en este torneo, y me limitaré a un resumen rápido.

Acudí a Santiago, por primera vez bajo el nombre de Vigo Ruins, ese equipo que tanta paranoia ha creado en Vigo y parte del extranjero y sobre el que haré una FAQ a este paso. Nos faltaban Ramiro, jodido por lesión, y Sílex, de modo que fichamos a Gatsu, de Valar Morghulis, y a Morty, ex Pyropato que por una serie de catastróficas desdichas, apenas pudo jugar con nosotros. Partíamos como candidatos al título, junto al mix coruñés Hobbitoni y los anfitriones Mortal Compos. Tras una intensa fase de grupos en la que nos enfrentamos, con victoria, a Codex, Hobbitoni, Ethereal Soul y Canción de Lume y Veto, nos quedamos a dos calaveras (creo que dos) de alcanzar a Mortal Compos, jugando la semifinal, como segundos clasificados, contra Hobbitoni. Descalificados los coruñeses por acumulación de graves cuando estábamos empatados, pasamos a la final, donde nos encontramos con los anfitriones, que nos dieron un partido mucho más agradable de lo que las paradas anunciaron. Al final, el oro para casa, un cierto sabor agridulce y las ganas de volver junto a esas urracas impresentables que tengo por compañeras. A pesar de todo, se les coge cariño.



Y, por hoy, eso es to, eso es to, eso es todo, hamijos. Espero no volver a dejar pasar tanto tiempo sin actualizar, porque tengo algunas ideas en mente para este blog que, espero, os gustarán. Porque, al final, la llama no se apaga mientras queden pavesas, y de ahí el título de esta entrada.